lunes, 1 de diciembre de 2008

LA MAGIA DE LA POESÍA






Lancé un llamado a través del ciberespacio y ella me respondió.


Un ramillete maravilloso de almas se unieron para decir presente en una actualidad donde la ausencia se hace notar.


América Latina está viva en los versos que se animan a escribir los poetas anónimos.


Ella, la poesía, se encarga del resto.


Sabe que la aman y responde a ese amor.


En el Mes de las Letras su magia estuvo presente una vez más.


Me llevó hasta el hogar de Elsa Luján Belloto, en la pequeña ciudad de Castelli.


Preparó un sendero que llegará hasta Maipú, en la provincia de Buenos Aires.


Reunió en el patio de la Biblioteca San José Obrero de Chascomús a un grupo de personas deliciosas que rindieron un homenaje a Nilda Ritucci, la maestra catequista que coronó su vida con la escritura de los más espirituales poemas locales. Se fue a los 56 años a cosechar en el cielo lo que sembró en su paso por la tierra.


Para ella, la poesía, estos versos que dormían en un archivo esperando el momento de ver la luz de los ojos del lector más adecuado.




SIEMPRE FIEL


Tengo en las manos
caricias demoradas
y en los labios
sonrisas olvidadas.

En mi piel
vagan desiertos
y en mis ojos
callan de pena
los últimos antojos.

Mis pies desandan
caminos heredados
mientras mi mente
bucea en los abismos.

Muchos sonidos
y aromas conocidos
se mezclan
con el aire de mi alcoba

Entonces Ella,
que siempre está a mi lado,
se acomoda
en los trazos de mi pluma.

Llego hasta el Génesis
y, de la nada,
veo surgir
el sol de la esperanza.
( febrero 24 de 2001 )




MEDITACIÓN Y RECUERDOS



Hay días en que oigo una voz que me llama.
Y sin haberlo buscado me hallo pensando en vos.
Sos apenas un reflejo que grabado en mi alma
camina un horizonte creado para dos.

Tal vez debiera, amado, cerrar fuerte los ojos,
sellar eternamente los labios y llamarte,
con la sangre volviendo incansable a la fuente
donde un día nacieron los versos más hermosos.

Transformado en poesía: ¿ Será posible hallarte?,
¿Será posible hablarte?, ¿será posible, al fin,
darte una vida nueva, y ante el mundo mostrarte
sin que nada lastime tu forma de existir?

¿En qué mágico tiempo comenzó nuestro sino?
¿En qué instante partieron en perfecta mitad
tu existencia y la mía? ¿ Cuándo pasó? pregunto
y continúo escribiendo. ¡Si pudiera hacer más!




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